DIA 5 En Navarra y Aragón
La noche en el camping de Higuer fue fría, muy fría. Menos
mal que la pequeña calefacción situada debajo del salpicadero hizo su trabajo. Mantuvo
el habitáculo a sus buenos 20 grados mientras afuera estaba cayendo una
palometa de 2 grados. Curioso por la mañana ver que solo la parte del capó
delantero tenia la escarcha del hielo y un poco la parte baja del portón
trasero. El resto incluidos cristales, nada de nada.
En Hondarribia yo recordaba una buena cafetería en el paseo
del muelle, con wifi y muy buen servicio. Del que entiende a la primera lo del
café solo con leche fría aparte. Allí me fui con la idea del desayuno y chulearles
la wifi para publicar en el blog, pues con la señal del teléfono va muy mal y muy lento. Por la tarde noche en el
camping imposible. Pero no pudo ser porque eran las 08,45 hrs. La chica que
trajinaba dentro muy amable me dijo que hasta las diez no abrían. Así que a la
Cirila de nuevo y a buscarme la vida. No sería hasta el mismo Pamplona que recorrí
con calma. Cafetería, wifi, y la Cirilina en la zona hora vigilada atentamente
por la simpática guarda ORA. Se me paso el tiempo del euro que le metí y muy
solicita vino a avisarme. Que por ella no habría problema pero que el inspector
estaba en la café de enfrente tomando su cafetito y en cuanto saliera repasaría
la calle y ella se la iba a cargar; hasta ahí podíamos llegar amable señora, le
dije. Y raudo salí a meterle otros 40 céntimos a la tragaperras dejándole al
chico de la café al cuidado de mi ordenador
Ha sido uno de los trayectos mas estresante el de Irún a
Pamplona pues va lleno de camiones que se ahorran el peaje supongo, pero cuándo
digo lleno es que en ambos sentidos hay camiones a todo gas. La Cirila tiene un
andar muy parecido al del tráfico pesado, pero estos mastodontes en los
repechos me pasan quitándome las pegatinas y bufando a medio metro de mí. Y muy
atento también al retrovisor pues unos y otros se ponen nerviosos y quieren
evitarte a toda costa. La incorporación al carril después del lento, una odisea
y de máximo peligro. El camionero quiere entrar también…ufff ¡!!
Pamplona a las casi 11 de la mañana tenía -4 grados. La gente con gorros, guantes,
pasamontañas, bufandas de esas modernas súper gordas al cuello. Preparados para
una guerra. Cuento esto porque cual es la sorpresa entre el personal de la
cafetería y los clientes, cuando llega
un repartidor con su típica carretilla y sus productos encima haciendo equilibrios…
en pantalón corto y una camiseta de manga larga ¡!!! Le dijeron de todo ¡!!
Me pegue el gustazo de conocer Tafalla, que tenía entre mis
deberes, aun a costa de bajar un poco la derrota al buscar Huesca, pero mereció
la pena. Bonita cuidad de piedra y callejones de los que bien podría salir un
Monje o un templario del siglo XII.
De Tafalla a Sangues y de ahí a Yesa a seguir el curso del
rio Aragón y su embalse, este Mar de Aragón.
Un mar pequeñito y de juguete metido entre montañas. Precioso.
Mi pernocta de hoy a muy pocos kilómetros de Huesca, no es
ni cerca del cabo de la Guardia Civil, que otros no hay, pero es que no he
visto ni el cuartel de los del Todo por
la Patria .
Os veo por aquí enseguida
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