sábado, 25 de febrero de 2017

-24- EL CABO SANTA MARIA NOS PONE AGUA Y ARENA POR MEDIO

DÍA 24 

El cabo Santa María queda unido con la costa y el deseo. Está en una lengua de tierra en el marecumbé que se forma en esta punta de Portugal. Intenté, desde la carretera que va al aeropuerto, llegar hasta ese punto exacto, pero con lo de Trafalgar ya tuve bastante y lo que tenia por la proa era peor. Asi que prudentemente di popa y se me quedó el cabo Santa María a poco menos de dos kilómetros.
Toda esta zona es enormemente turística pero en esta fechas está mas transitable . Sigo viendo mucho giri jubilado y mucho caravanista. Hay dos tipos de gente en su interior y diametralmente opuestos, creo yo; la pareja de jubilados, franceses, ingleses, holandeses, alemanes. nórdicos al fin, y la parejina o los tres o cuatro chicos con los trajes de neopreno colgados al sol de sus portones y ventanas y el artilugio que toque, surf, kite, etc. sobre el techo.
El día es ventero y despejado y rodamos bien en demanda del cabo San Vicente que está en esa nariz que Portugal tiene para olisquear el Atlántico en su región del Algarve
La zona sigue siendo turística y con mucho tráfico. Un tráfico endemoniado en el que el sálvese quien pueda es lo corriente . Por un par de veces no me llevé a un motocarro por delante y otro par de veces que casi me llevan a mi .
La zona es preciosa con altos y bajos que se asoman a la mar. El cabo San Vicente es un destino turístico al que suben autobuses y caravaneros . El  Sagres está en alza por lo que se ve.
El ventarrón que trae el Atlántico, el color de sus aguas, ya me recuerda a mi Cantábrico querido.
Antes de llegar anuncian algunas construcciones y un fuerte. Destinos también para los autobuseros que desde el hotel de turno se suben a ese mastodonte a las 9 de la mañana y se bajan a las 9 de la noche con sus 120 fotos en sus móviles que bien se podían haber ahorrado y bajárselas del  Google Maps. Pero es otro tipo de viaje que hay que respetar aunque no comparto. Ellos se dejan en Portugal bastante más dinero que yo, al menos en esta ocasión.
Cabo San Vicente es una fiesta de asiáticos. Coincido con un autobús repleto de ellos y decido esperar a que pase esta marea de personas bajitas y amables de permanente sonrisa en la cara. Asi que cuando el bus se los ha llevado, entro yo. Tiene un recinto fortificado y su tienda de souvenirs y su guardia que se mosquea un poco cuando pongo la Cirila marcha atrás contra el enrejado de la entrada.
.- você não pode, você não pode estacionar aqui. Isto é para o uso da fortificação. É passagem de veículos
Pero ya lo tengo aculado para la foto y me bajo para decirle que es un segundo para hacer una foto. Para que salga el coche con la cúpula de la lámpara del faro detrás . Y que me gustaría que el saliera también. Eso para romperle el hielo y los esquemas, claro
.- Eu posso não senhor, eu estou trabalhando. Mas fique um momento para a foto e remove o estacionamento
Le doy las gracias y hago unas cuantas fotos.
Dentro está dividido el turisteo y el ejército. Hay que tener en cuenta que en Portugal Los Faroles son competencia del ejercito y su custodia y mantenimiento lo llevan los soldados .
Había visto la señal de campismo a 2 km y para allí que me fui ya a media tarde.
Dormimos la Cirila y yo debajo de unos pinos tan ricamente

Os veo por aquí enseguida

 
 
                                        

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